PEKÍN.- Este lunes, las acciones del grupo siguieron cayendo en picada en la bolsa de Hong Kong. En menos de un año, el valor de los títulos de Evergrande han perdido el 90% de su valor. Un valor bursátil de unos 25.000 millones de euros que se ha esfumado.
El segundo grupo inmobiliario de China tendría una carga de deuda que oscila entre los 100.000 y los 300.000 millones de euros, su mayor problema, ya que si el gigante se va a la quiebra, los acreedores sufrirán un tremendo descalabro.
No obstante, el presidente del gigante inmobiliario aseguró a su plantilla que confía en que el grupo “saldrá pronto de su momento más oscuro”, según reportan los medios estatales chinos tras una jornada de temores en las bolsas mundiales.
🇨🇳 Crisis Evergrande 🇨🇳
La promotora inmobiliaria Evergrande está al borde de la quiebra y amenaza con originar un efecto contagio en el mercado financiero de China. La empresa tiene una deuda que asciende a 300.000 millones de dólares, lo que equivale al 2% del PIB nacional. pic.twitter.com/rgEoKLpgcq
— Descifrando la Guerra (@descifraguerra) September 20, 2021
El promotor inmobiliario ahora también se enfrenta a la desesperación de compradores e inversores que temen perder su dinero con una hipotética quiebra de Evergrande.
Xu Jiayin, fundador de la empresa, aseguró en una carta a sus colaboradores que la compañía superará pronto este momento.
El empresario aseguró en la misiva que la firma reanudará por completo su trabajo y su producción, asegurará la entrega de los inmuebles y “ofrecerá una respuesta responsable a los compradores de casas, inversores, socios e instituciones financieras”.
Evergrande debe su auge en los últimos años al ascenso inmobiliario en China. El fuerte crecimiento de ese país ha aumentado la necesidad de espacios para vivir y trabajar. Asimismo, los precios en el mercado inmobiliario chino se han disparado.
Ahora, Pekín intenta contrarrestar esa situación limitando los precios de los alquileres, por ejemplo.
Las palabras de Xu Jiayin poco calman el pánico bursátil en los mercados asiáticos y mundiales ante el temor de una quiebra de Evergrande, que contagie al resto del mundo.
La crisis de Evergrande provocó inusuales protestas frente a los edificios de la compañía china, por parte de inversores y proveedores que reclaman su dinero.
Algunos de ellos aseguran que les debían hasta un millón de dólares. El gigante inmobiliario admitiría semana pasada que se encuentra bajo “tremenda presión” y que puede no ser capaz de saldar sus obligaciones.