RAMALLAH.- Equipo pesado de demolición entró en el poblado de Khan al-Ahmar, en Cisjordania, por segundo día consecutivo, allanando el terreno en preparación para su destrucción.
Al menos tres excavadoras ingresaron en la aldea, hogar de 180 personas, antes de su demolición planeada. El lunes, al menos siete personas resultaron heridas y otras cuatro fueron detenidas brevemente luego de resistir a las fuerzas israelíes que habían llegado al lugar.
El gobierno israelí planea reubicar a los desplazados en las proximidades de una instalación de tratamiento de aguas residuales cerca del Mar Muerto o a unos 12 kilómetros de sus hogares, cerca de la aldea de Abu Dis, que se encuentra próximo a un vertedero. Los defensores de derechos humanos alegan que una transferencia forzosa de los residentes violaría la ley internacional con respecto al territorio ocupado y equivaldría a un crimen de guerra.
Los residentes y activistas habían estado protestando contra la demolición planificada de la aldea durante más de 100 días. Khan al-Ahmar ha captado la atención internacional por su larga batalla legal con las autoridades israelíes por su supervivencia. Las autoridades israelíes establecieron el 1 de octubre como la fecha límite para que los residentes desmantelen sus chozas después de que la demolición fuera aprobada por un tribunal israelí. El pueblo está situado en el Área C, que según el Acuerdo de Oslo se encuentra bajo la administración civil y de seguridad israelí.
El Tribunal Supremo hebreo dictaminó en mayo que la aldea y su única escuela serían demolidas, afirmando que se había construido sin el permiso de Israel. Una apelación a esa orden en la que los palestinos explicaron que los permisos de construcción son imposibles de obtener, en contraste con la rápida expansión de los asentamientos israelíes sólo para judíos en la misma área, fue rechazada por el tribunal el mes pasado.
Su ubicación entre dos de los principales asentamientos israelíes ocupados, Maale Adumim y Kfar Adumim, ha sido clave para el gobierno israelí, que quiere expandir los dos para construir un anillo de asentamientos alrededor de Jerusalén Este. La eliminación de la aldea beduina también permitiría al gobierno israelí dividir de manera efectiva la Cisjordania ocupada.