CIUDAD DE MÉXICO.- Tras dos días de ocurrida la explosión en un oleoducto de Tlahuelilpan, estado de Hidalgo, México, las labores de rescate, reconocimiento y auxilio a los sobrevivientes no se detenía.
Hasta el momento, 59 de los cadáveres no han podido ser identificados debido a su estado de calcinación, explicó el gobernador de Hidalgo, Omar Fayad, quien agregó que 54 familias han entregado muestras de ADN para ayudar a su reconocimiento.
Asimismo, detalló que 65 personas han asentado denuncias legales porque sus familiares no aparecen, aunque estimó que éstos podrían hallarse entre los hospitalizados o entre los restos no identificados.
“Pueden pasar días, semanas o meses para la identificación de los restos”, reconoció Fayad, quien dijo que cuenta con el apoyo del presidente, Andrés Manuel López Obrador, para enviar los restos a laboratorios del extranjero donde pueda lograrse la identificación.
Los heridos más graves son atendidos en Ciudad de México, mientras que tres menores serán tratados en una clínica especializada en niños quemados en Texas, Estados Unidos, informó el gobernador.
De esta manera, el fiscal general de México, Alejandro Hertz, prometió total protección a aquellas personas que colaboren para dar con los responsables de la toma ilegal de los ductos. “No estamos tratando de generarle un problema o una situación de peligro a alguien que nos quiera ayudar”, refirió.
En ese sentido, López Obrador indicó que hoy lunes presentará un plan para mejorar el transporte de combustibles en México. “Esto va a ayudar mucho a normalizar el abasto y a no tener que mantener abiertos los ductos si están plagados de tomas clandestinas”, argumentó.
El presidente mexicano enfrenta una complicada batalla por combatir una práctica que se ha convertido en un salvavidas económico para las zonas rurales más pobres por donde cruzan los oleoductos, que solo están cubiertos por medio metro de tierra. Los grupos delictivos reclutan a locales que posteriormente obtiene el respaldo de la comunidad mediante regalos o amenazas de violencia.