PEKÍN.— China registró un récord de exportaciones de acero en el segundo trimestre, desafiando las expectativas de una caída en los volúmenes debido a la batería de medidas comerciales impuestas desde Asia hasta Europa.
Los envíos de acero terminado, utilizado en sectores que van desde la construcción hasta la fabricación de automóviles y electrodomésticos, alcanzaron los 30,7 millones de toneladas entre abril y junio, lo que representa un aumento del 11% interanual y supera el récord trimestral previo registrado durante el auge exportador de hace una década. En el primer semestre, el volumen total exportado fue 9% superior al del mismo período de 2024.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha impuesto aranceles generalizados al acero, mientras que gobiernos como los de Vietnam, India y la Unión Europea han reforzado sus medidas de protección ante el exceso de oferta china. Sin embargo, los exportadores chinos han encontrado formas de mantener el flujo de ventas, al menos por ahora: impulsando las exportaciones de productos no alcanzados por aranceles y explorando nuevos destinos.
“Aunque el mercado interno de acero en China se ha visto sacudido por la debilidad del sector inmobiliario, sus exportaciones de acero han superado las expectativas”, señalaron analistas de Macquarie Group, entre ellos Florence Sun, en un reciente informe.
Las exportaciones han permitido que la producción anual de acero de China se mantenga por encima de los 1.000 millones de toneladas, a pesar del debilitamiento de la demanda doméstica. Y pese a las especulaciones del mercado, Pekín aún no ha lanzado una nueva campaña significativa para recortar capacidad productiva.
Las medidas comerciales sí han tenido algún efecto: por ejemplo, las exportaciones hacia Vietnam, uno de los principales compradores, se redujeron luego de que el país aplicara medidas antidumping a ciertos productos de acero chino. También se ha observado una caída en las ventas de bobina laminada en caliente, un producto clave, según Macquarie.
Sin embargo, crecieron los envíos de productos no alcanzados por aranceles, y las exportaciones hacia otras naciones del sudeste asiático como Indonesia se dispararon, al igual que hacia Medio Oriente, especialmente Arabia Saudita. En tanto, las exportaciones de acero semiterminado, una categoría aparte, aumentaron más del 300% en los primeros cinco meses del año.
Ahora la incógnita es cuánto tiempo podrán sostenerse estas exportaciones. La asociación china de la industria del acero ha propuesto restringir el auge de exportaciones de palanquilla, pero los márgenes de rentabilidad en la producción siguen siendo elevados, lo que reduce los incentivos a frenar los envíos sin una intervención oficial. Además, más países podrían imponer nuevos aranceles a productos chinos.
La consultora Kallanish Commodities Ltd. estima que las exportaciones, incluyendo productos semiterminados, podrían alcanzar 125 millones de toneladas en 2025, un aumento del 7% respecto a 2024. Por su parte, Macquarie prevé un leve descenso en las exportaciones netas, pero retrasando el ajuste previsto hasta 2026.
“Parece que resistirse es inútil”, escribió Kallanish en un informe. “Siempre hemos sostenido que las defensas comerciales no son muy efectivas para reducir las exportaciones, y 2025 lo está demostrando”.
Importaciones al alza
El sólido desempeño de las exportaciones de acero también ha contribuido a sostener las importaciones de mineral de hierro, que en junio alcanzaron su nivel más alto del año: casi 106 millones de toneladas. Entre otras subas, las importaciones de petróleo crudo llegaron a un máximo de tres meses, con casi 50 millones de toneladas, gracias a la menor cantidad de refinerías cerradas por mantenimiento estacional.
Las importaciones de cobre sin refinar también tocaron un máximo de tres meses, mientras que las de gas natural alcanzaron su nivel más alto desde enero. Las compras de soja se mantuvieron elevadas en más de 12 millones de toneladas.
En contraste, las importaciones de carbón cayeron a 33 millones de toneladas, su nivel más bajo desde febrero de 2023. En lo que va del año, las compras están un 11% por debajo del ritmo de 2024, debido al persistente excedente interno de combustible.

