ISLAMABAD.- Nawaz Sharif aseguró que los cargos de corrupción en su contra fueron un castigo por no haber retirado el caso contra el exjefe del ejército Pervez Musharraf.
El exprimer ministro pakistaní Sharif acusó el miércoles a un exjefe de inteligencia de pedirle que «dimita o tome una larga licencia» durante las protestas de la oposición en 2014, que según sus declaraciones fueron un castigo por su negativa a abandonar un caso de traición contra el exjefe castrense Musharraf.
«En esos días, el jefe de una agencia de inteligencia me envió un mensaje diciendo que debía renunciar, y que si eso no era posible debía tomarme un largo descanso», dijo Sharif, sin identificar al individuo. «Que pidieran mi renuncia o que me fuera de vacaciones se basó en la impresión de que si Nawaz Sharif se retiraba del camino, no sería difícil cerrar el caso contra Musharraf», sostuvo.
Sharif fue finalmente destituido por el Tribunal Supremo en julio por una omisión en una declaración de patrimonio ante el Parlamento. El tribunal también ordenó al organismo nacional de lucha contra la corrupción abrir varios casos contra él, tres de sus hijos y varios de sus ayudantes.