WASHINGTON.- Alejandro Andrade, extesorero de Hugo Chávez, confesó el año pasado que aceptó hasta 1.000 millones de dólares en sobornos que posteriormente blanqueó con inversiones de todo tipo.
Andrade ingresó a comienzos de esta semana a un centro de reclusión para cumplir una pena de 10 años a la que fue condenado en 2018 por su vinculación con la trama corrupta.
El funcionario de 54 años confesó el año pasado que aceptó hasta 1.000 millones de dólares en sobornos que posteriormente blanqueó con inversiones de todo tipo, en el marco de una red que se extiende desde Venezuela hasta Estados Unidos, en concreto al estado de Florida.
Autoridades norteamericanas autorizaron a Andrade a retrasar su ingreso a prisión a cambio de que colaborará en otras investigaciones sobre corrupción y blanqueo de dirigentes venezolanos, gracias a su ayuda la Fiscalía recomendara una reducción del tiempo en condena.
Andrade ejerció como tesorero entre 2007 y 2014, antes de mudarse a Florida, donde tenía valijas propiedades. Durante su juicio, Andrade pidió disculpas al juez, su familia y el pueblo venezolano por sus delitos, alegando que se vio inmerso en na gigantesca red de corrupción liderada por Hugo Chávez.
Dentro de las investigaciones en las que colaboró Andrade figuran las abiertas contra el magnate de la televisión Raul Gorrín, que también fue imputado en noviembre por conspirar para la entrega de sobornos y ocultar fondos.