PARÍS.- Francia creció un 1,6% durante todo el 2018, una décima más de lo esperado, y el déficit público que sufrió fue del 2,5% del PIB, el nivel más bajo desde el año 2006, informó el Instituto Nacional de Estadística de Francia (Insee).
«Por primera vez en más de diez años hemos logrado con éxito reducir los impuestos, rebajar el gasto público, recortar la deuda pública y el déficit, además de estabilizar la deuda», afirmó el ministro de Acción y Cuentas Públicas de Francia, Gérald Darmanin, en declaraciones a la emisora RTL.
Con estos resultados, Francia logró por segundo año consecutivo cumplir con los límites de déficit marcados por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento de la Unión Europea (UE), los cuales incumplió durante una década.
En la misma línea el Insee informó que el gasto público del país aumentó en 2018 un 1,9%, moderándose respecto del incremento del 2,3% en el periodo anterior. Las prestaciones sociales aumentaron un 1,8%, una décima más que en 2017, a raíz de un mayor peso del gasto en pensiones, mientras que se desaceleró el crecimiento del gasto en prestaciones relacionadas con la infancia, al 1,1% desde el 2,7% de 2017.
La deuda pública francesa, por su parte, se situó a fin del 2018 en los 2,31 billones de euros, cifra que equivale al 98,4% del PIB y supone una baja de 7.900 millones de euros en comparación al tercer trimestre del año pasado cuando era igual al 99,4% del PIB.
«El crecimiento es sólido: se revisó al 1,6% en 2018 frente al 1,5% del último pronóstico de Insee. La política económica del Gobierno está dando sus frutos», remarcó el ministro de Economía y Finanzas, Bruno Le Maire.
A pesar de los resultados positivos, el crecimiento del PIB de Francia en 2018 fue siete décimas inferior al 2,3% registrado en 2017. Entre los motivos que explican esto está el menor incremento del consumo de los hogares y el del gasto público, que aumentó un 1,1%, frente al 1,4%.