PARÍS.- La Autoridad de la Competencia de Francia impuso una multa de 500 millones de euros a Google por no haber actuado de buena fe y no atender medidas cautelares dictadas en 2020.
La petición del año pasado fue hecha entonces por editores y agencias de prensa que exigen una retribución por el uso de sus contenidos.
Además, el regulador ordenó a Google que presente una oferta de remuneración por el uso actual de contenidos protegidos, so pena de multas de hasta 900.000 euros por cada día de mora sino lo hace dentro de un plazo de 60 días.
Isabelle De Silva, presidenta del organismo, acusó a Google de no haber negociado de buena fe con los editores y las agencias de prensa y haber restringido injustificadamente el alcance de esa negociación.
Un portavoz de Google, citado por la agencia AFP, dijo que la compañía está “muy decepcionada con esta decisión”. “Actuamos de buena fe durante todo proceso”, aseguró, y agregó que los esfuerzos de la tecnológica para alcanzar un acuerdo habían sido ignorados.