SANTIAGO.- En un intento del sumo pontífice por reconciliar a la comunidad católica dividida por la designación del obispo Juan Barros, quien es acusado de encubrir actos de pedofilia, el papa Francisco pidió perdón ayer a los fieles de la ciudad chilena de Osorno, en un mensaje leído por sus enviados.
El obispo Charles Scicluna y monseñor Jordi Bertomeu llegaron por segunda vez en el año a Osorno, la ciudad más golpeada por el escándalo protagonizado por su exobispo Barros, quien supuestamente encubrió los abusos del “depredador chileno” Fernando Karadima.
Scicluna de rodillas junto a Bertomeu dijo: «El papa Francisco me ha encargado pedir perdón a cada uno de los fieles de la diócesis de Osorno y a todos los habitantes de este territorio, por haberles herido y ofendido profundamente”, durante la celebración de una misa en la catedral de San Mateo.
Toda la cúpula de obispos chilenos, incluido Barros, renunciaron ante el papa en el Vaticano en mayo pasado como informo Último Cable. Las dimisiones de los religiosos se dieronen el marco de las duras críticas del pontífice por el trato que el clero del país dio a decenas denuncias sobre pederastia.
Francisco, quien defendió a Barros en su primera visita a Chile en enero, decidió aceptar su renuncia el lunes pasado así como la de otros dos obispos chilenos.