BRASILIA.- El fútbol en el estadio Maracaná y las misas regresan a Río de Janeiro, el segundo estado más afectado por el coronavirus en Brasil, luego de tres meses de suspensión.
Con el levantamiento parcial de la cuarentena, decretado por el aclare Marcelo Crivella, se reinicio el campeonato carioca en la noche de este jueves, cuando Flamengo jugó contra Bangú.
Más de 8.400 personas ya murieron por COVID-19 en el estado de Río de Janeiro, donde ayer se registraron 324 víctimas fatales, la tercera cifra más alta desde empezó la crisis sanitaria, que aún no alcanzó su punto más alto.
Pese a ello el alcalde y pastor Crivella decretó el fin del aislamiento por etapas, las primeras de las cuales incluyeron el reinicio de espectáculos deportivos y de autos en templos evangélicos e iglesias católicas.
Las cifras no están dando cuenta de la realidad sanitaria, insisten los especialistas. Por cada 10 personas que perdieron la vida por el virus después de ser hospitalizadas, otras ocho murieron como consecuencia del síndrome respiratorio agudo severo. La enfermedad creció 13 veces respecto al 2019. Esos fallecimientos no están formando parte de los datos oficiales relacionados con la pandemia.
El presidente Jair Bolsonaro expresó su satisfacción por el gesto de Crivella en favor de una desescadala.
Las misas tendrán lugar en el 30% de las iglesias de Río, a las que sólo se podrá ingresar con tapabocas y respetando las normas básicas de la nueva normalidad para evitar el riesgo de contagio.
Este viernes, Brasil superó el millón de personas contagiadas, mientras las muertes se acercan a las 50.000.