BERLÍN.— La canciller de Alemania, Angela Merkel, reafirmó el compromiso de su país de conceder 600 millones de euros para Afganistán, pero, sin reconocer a un gobierno que no cumple los estándares de inclusión.
“No puede ser el objetivo de la comunidad internacional ver cómo 40 millones de personas se sumen en el caos porque no haya ni suministro eléctrico ni un sistema financiero”, dijo Merkel luego de la cumbre extraordinaria del G20 sobre Afganistán.
“Si todo el sistema monetario o financiero colapsa”, en el país, añadió Merkel, “entonces campos se podrá proporcionar ayuda humanitaria”. Además, pidió impulsar la vacunación contra el COVID-19.
El Grupo de los 20 acordó en su reunión virtual ayudas económicas para paliar la grave crisis que vive Afganistán desde la toma del poder el pasado agosto por los talibanes y encargaron a Naciones Unidas que coordine esta respuesta, que sí o sí deberá implicar al Talibán.
Por su parte, Ursula von der Leyen, aseguró que: “Debemos hacer todo lo que podamos para evitar un enorme colapso humanitario y socioeconómico en Afganistán”.
La diplomática de la UE ya puso de manifiesto todas “las condiciones para cualquier compromiso con las autoridades afganas, incluido el respeto a los derechos humanos”.
No obstante, agregó que el pueblo afgano no tendría que ser el que paga las acciones de los talibanes y declaró que el paquete de apoyo para el pueblo afgano “y los vecinos del país” estará listo.
Dicho paquete incluye una provisión de 300 millones de euros ya aprobados por el Bloque, y también ayudas suplementarias especializadas para acciones como vacunación, acogida, protección de la población civil y respeto a los derechos humanos.
Dichos recursos estarán destinados a apoyar directamente a la población civil y se canalizará a organizaciones intenciones que operan en el país.