LONDRES.— Este lunes cierra la última central eléctrica de carbón en el Reino Unido, marcando el fin del uso de este combustible en la generación de electricidad, siendo el primer país del G7 en lograrlo.
Inaugurada en 1967, su clausura simboliza un paso clave hacia el objetivo británico de descarbonizar completamente su electricidad para 2030 y alcanzar la neutralidad de carbono en 2050.
Otros países del G7, como Italia, Francia, Canadá y Alemania, también planean eliminar el carbón en los próximos años, mientras que Estados Unidos y Japón aún no tienen una fecha definida.
El gobierno británico, en un comunicado, destacó que este cierre «marca el fin de una era» y abre la puerta a la creación de empleos en el sector energético. La central, ubicada en Ratcliffe-on-Soar, será desmantelada antes de 2030, y en su lugar se desarrollará un «centro de energía y tecnología libre de carbono», según la empresa propietaria, Uniper.
El carbón fue clave en el crecimiento económico británico desde el siglo XIX hasta la década de 1990, generando el 70% de la electricidad en los años 80. Sin embargo, su uso ha caído drásticamente, alcanzando solo el 1% el año pasado.
El Reino Unido ha ido sustituyendo el carbón por gas natural, que en 2023 representó un tercio de su generación eléctrica. Según Tony Bosworth, de ‘Friends of the Earth’, el carbón «pertenece ahora a los libros de historia», y la prioridad es desarrollar el potencial de las energías renovables. Greenpeace UK también celebra los avances del país, destacando su liderazgo en la transición energética.
Como parte de su plan de energías verdes, el Reino Unido lanzará una empresa pública, Great British Energy, para invertir en tecnologías como turbinas eólicas flotantes y energía nuclear. Además, el gobierno nacionalizó recientemente el operador de la red eléctrica ESO para mejorar la integración de proyectos sostenibles.
La central de Ratcliffe-on-Soar, que suministraba electricidad a dos millones de hogares, recibió su último cargamento de carbón a principios de julio, suficiente para abastecer a 500,000 hogares durante ocho horas. La primera central eléctrica de carbón del mundo, creada por Thomas Edison, se inauguró en Londres en 1882.