BRASILIA.- El Ministerio de Salud de Brasil divulgó la noche de este domingo números divergentes de muertos y contagiados por COVID-19 en dos informes difundidos con pocas horas de diferencia, en medio de una polémica nacional sobre la difusión de datos de la pandemia.
El segundo reporte presenta 857 muertos menos que el primero, pero unos 6.000 casos más contagiados.
El primer balance, enviado por la cartera informaba que Brasil totalizaba 37.312 óbitos por COVID-19, con 1.382 muertes más que el día anterior.
El segundo balance, actualizado a las dos horas, reflejaba 525 muertes en las últimas 24 horas y no hacía mención al número total de fallecidos por la pandemia.
Así, a partir del viernes, el Gobierno retrasó en tres horas la divulgación de los datos, que hora son informados a las 22.00 horas del día siguiente con el argumento de evitar “subnotificaciones” e “inconsistencias” del reporte diario de los 27 estados.
El retraso y la omisión de datos fue asociada a la intención del Gobierno de evitar que la información saliera en el noticiero nocturno de la red Globo, la más poderosa y vista del país, así como en los matutinos, que cierran habitualmente sus ediciones impresas antes de las 22.00 horas.
No obstante, el cambio en la política comunicacional generó críticas de autoridades sanitarias, políticos y representantes de los poderes públicos, que destacaron la necesidad de información transparente sobre el COVID-19.
Brasil, con unos 212 millones de habitantes, es el segundo en número de casos y el tercero por fallecidos.
Jair Bolsonaro, flamante presidente del gigante sudamericano, argumentó en Twitter que en ningún momento “las cifras totales retratan el momento del país”. No obstante, el Consejo Nacional de Secretarios de la Salud, que congrega a los secretarios regionales de esa área, acusó al gobierno de “invisibilidad” las muertes por el nuevo coronavirus.