BAGDAD.- Noventa y tres personas, la mayoría de ellos manifestantes, murieron y cerca de otras cuatro mil resultaron heridas desde el martes en Irak, donde estalló una ola de protestas contra el gobierno, según el último balance oficial publicado recientemente.
El informe añade que el 4 de octubre fue el día más violento de las protestas. Se espera que el número de víctimas en Irak pueda aumentar próximamente.
Las manifestaciones, que han sido fuertemente reprimidas, se desarrollan en Bagdad y en el sur del país, mayoritariamente chiita. Los ciudadanos reclaman mejores servicios públicos, políticas estatales para paliar el desempleo juvenil y acciones para poner fin a la corrupción.
En su comunicado, la comisión gubernamental de derechos humanos menciona en detalle que hay 93 muertos y 3.978 heridos y 567 detenidos, de los que 355 han sido ya liberados, en línea con lo acordado con el gobierno. También se han producido daños materiales en 37 inmuebles públicos y privados.
Aunque este sábado Bagdad parecía volver a la normalidad con el levantamiento del toque de queda, el acceso a Internet continúa bloqueado y se espera que haya nuevas protestas.
Frente al violento escenario, el influyente líder chiita Moqtada Sadr pidió la dimisión del gobierno del primer ministro Adel Abdel Mahdi, en el poder desde hace un año, argumentando que es necesario “para evitar nuevos derramamientos de sangre” y la organización de elecciones.