ATENAS.- Como parte de las medidas para reducir el sector público, Grecia dejará de considerar a los sacerdotes como servidores públicos y, por ende, ya no pagará directamente sus sueldos.
Para compensar la medida, el Gobierno de Alexis Tsipras dará a la iglesia un subsidio, el cual servirá para para pagar los salarios sin embargo, la institución religiosa puede optar por utilizarlo para otro fin dentro de las actividades que le competen.
La medida fue consensuada entre el Gobierno griego y las autoridades eclesiásticas ortodoxas. Sin embargo falta el visto bueno del Gabinete, del Parlamento y los líderes de la Iglesia.
De aprobarse, además de cumplir objetivos económicos, abrirá el camino para separar el Estado y la Iglesia, tal como reclama una gran parte del pueblo griego. A la vez, soluciona la disputa histórica sobre la propiedad entre estas dos instituciones, ya que la Iglesia es uno de los propietarios de los bienes raíces más grandes del país.
Ciertos grupos que representar a los clérigos aseguraron resistirse a la reforma. En un intento de calmar el enojo de estos sectores, el jefe de la asociación de sacerdotes griegos, Georgios Sellis, se comprometió a luchar para garantizar que se mantenga la condición. En la actualidad, el gasto anual que el Estado destina al pago ronda los 228 millones de dólares.