WASHINGTON.— Esta semana, líderes financieros mundiales se reunirán en Washington en un clima de incertidumbre provocado por las guerras en Oriente Próximo y Europa, la desaceleración de la economía china, y el temor a que las elecciones presidenciales en EE. UU. puedan desencadenar tensiones comerciales y socavar la cooperación internacional.
Más de 10.000 representantes participarán en las reuniones del FMI y el Banco Mundial, abordando temas como el crecimiento global, la deuda y la transición energética. Sin embargo, el enfoque está en las posibles repercusiones de una victoria de Donald Trump, que podría alterar el sistema económico con nuevos aranceles y un alejamiento de la cooperación climática.
Josh Lipsky, exasesor del FMI, señaló que aunque no está en la agenda oficial, el resultado de las elecciones en EE. UU. influirá en la política comercial, el dólar y la Reserva Federal, afectando a la economía global. Kamala Harris, candidata a la vicepresidencia demócrata, seguiría con la línea de cooperación multilateral de la administración Biden si ganara en noviembre.
Se espera que estas sean las últimas reuniones de Janet Yellen como secretaria del Tesoro de EE. UU. Además, el sentimiento antichino y la política industrial de países ricos, marcada por los aranceles de la administración Biden a productos chinos, serán un tema central de discusión.
El FMI actualizará sus previsiones económicas, en las que se anticipa un crecimiento global débil. Kristalina Georgieva, directora gerente del FMI, advirtió sobre las dificultades futuras, aunque destacó puntos de resiliencia en EE. UU. e India. También se discutirá la crisis de liquidez que afecta a algunos mercados emergentes.
El apoyo a Ucrania será crucial en las reuniones, con un préstamo de 50.000 millones de dólares respaldado por activos rusos congelados, visto como una protección frente a una posible victoria de Trump, quien ha amenazado con reducir el apoyo a Ucrania.
Pese a las tensiones, el Banco Mundial y el FMI se enfocarán en su trabajo, coincidiendo con el 80.º aniversario de la fundación de ambas instituciones. Ajay Banga, presidente del Banco Mundial, señaló que el objetivo es acelerar los proyectos y mejorar los resultados del desarrollo global.