ROMA.— Los líderes del G7 se reunirán esta semana en Italia en medio de una tensa situación internacional debido a los conflictos en Ucrania y la Franja de Gaza, así como por turbulencias políticas en Estados Unidos y Europa.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, y los jefes de Estado o de gobierno de Alemania, Canadá, Francia, Italia, Japón y el Reino Unido se encontrarán desde el jueves hasta el sábado en Borgo Egnazia, un lujoso complejo turístico en la región de Apulia, en el sur de Italia.
La cumbre se lleva a cabo en un momento crítico, marcado por las guerras en Ucrania y Gaza, además de los desafíos políticos que enfrentan Biden, el presidente francés Emmanuel Macron y el primer ministro británico Rishi Sunak, quienes se preparan para complejas elecciones en los próximos meses.
La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, cuyo país preside rotativamente el G7, ha invitado a una docena de líderes no pertenecientes al grupo, entre ellos los presidentes de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, y Argentina, Javier Milei.
Aunque se especula sobre un posible primer encuentro entre ambos, auspiciado por Meloni, la cancillería brasileña ha declarado que «no hubo pedido» de Argentina para una reunión bilateral.
El papa Francisco también participará en la cumbre el viernes para discutir sobre inteligencia artificial y tiene programado reunirse con Lula.
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, pedirá nuevamente el jueves a los aliados occidentales más ayuda para enfrentar la invasión rusa. El ejército ucraniano, con escasez de municiones y personal, enfrenta crecientes dificultades, exacerbadas por la demora en la entrega de ayuda militar occidental.
Estados Unidos está presionando al G7 para otorgar a Ucrania 50.000 millones de dólares en préstamos, que estarían garantizados por los intereses de los 300.000 millones de euros (320.000 millones de dólares) en activos del banco central ruso congelados por la Unión Europea y los países del G7.
Sin embargo, existen muchas dudas sobre cómo funcionaría este mecanismo, incluyendo quién emitiría la deuda y qué sucedería si se liberaran los activos en caso de un acuerdo de paz.
Aunque la cumbre del G7 oficialmente dura tres días, las sesiones de trabajo concluirán el viernes. La reunión también contará con la participación del primer ministro británico Rishi Sunak, el canciller alemán Olaf Scholz y el primer ministro canadiense Justin Trudeau, y abordará la guerra entre Hamás e Israel en Gaza.
La semana pasada, los líderes del G7 aprobaron una propuesta de acuerdo de paz que incluye un alto el fuego inmediato, la liberación de todos los rehenes secuestrados por Hamás el 7 de octubre, un aumento de la ayuda a los palestinos y la búsqueda de una solución basada en la coexistencia de dos Estados.
El programa de la cumbre también incluirá discusiones sobre las tensiones en la región del Asia-Pacífico y las disputas comerciales entre China y los países occidentales en torno a las tecnologías verdes.
Entre los invitados también se encuentran el presidente turco Recep Tayyip Erdogan, el primer ministro indio Narendra Modi, el príncipe heredero saudita Mohamed bin Salmán, el presidente emiratí Mohamed bin Zayed Al Nahayan, así como el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y representantes del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.
Todos los asistentes están invitados a una cena con espectáculo el viernes por la noche en Borgo Egnazia, que imita un pueblo tradicional italiano. Las medidas de seguridad serán extremadamente estrictas en este lugar aislado, alejado de manifestantes y periodistas, cuyo centro de prensa se encuentra a 60 kilómetros de distancia, en la ciudad de Bari.