PARÍS.- Durante 75 años, el Senado francés guardó un secreto bastante incómodo y que recuerda una de las peores épocas para el gobierno galo.
Escondido en el sótano del Palacio de Luxemburgo, sede de la Cámara Alta del Parlamento, se encuentra un busto de Adolf Hitler.
El Senado indicó durante la semana que está investigando el descubrimiento del busto, heredado de la ocupación nazi en París. El diario Le Monde reveló que el busto de 35 centímetros de altura había sido encontrado junto con una bandera nazi de dos por tres metros en el sótano del Senado.
Le Sénat dissimule dans ses caves un buste d’Hitler et un drapeau nazi depuis soixante-quinze ans https://t.co/qPXUzNWlKA
— Le Monde (@lemondefr) September 3, 2019
Un periodista de ese rotativo contó que escucho que una estatua de Hitler se había mantenido en el Senado desde el final de la Segunda Guerra Mundial, cuando el palacio era la sede de la fuerza aérea alemana (Luftwasffe).
Después de intentar corroborarlo con diferentes funcionarios, finalmente fue el arquitecto jefe del Senado, Damien Déchelette, quien se lo confirmó y le preguntó “¿Cómo se enteró?”.
La historia de cómo la espeluznante figura llegó a permanecer durante tantos años en las entrañas de un edificio público tan importante sigue siendo un misterio.
“No estaba al tanto de la presencia de ese busto”, dijo a la prensa el presidente del Senado Gérard Larcher, quien agregó que había ordenando un inventario minucioso de todos los objetos que se encontraban en el sótano.
Larcher, cuya oficina fue una vez la del mariscal alemán Hugo Sperrle, dijo que estaba “seguro” de que el personal del Senado no había intentado ocultar la presencia de la efigie en metal.
Sin embargo, de acuerdo con Le Monde, el conocimiento sobre la existencia del busto se transmitió a lo largo de los años entre un pequeño grupo de miembros del personal del Senado, luego que el edificio reanudó sus funciones.
Todos los trabajadores o enseñadores con que el periodista consultó la publicación aseguraron no tener idea de la existencia del “minitesoro” nazi.
El presidente del Senado, Gérard Larcher, ordeno una investigación, pero no sabe aún que hacer con esa engorrosa herencia nazi que se ha convertido en un templa delicado.
Un destino probable es el nuevo Museo de la Liberación de París en Place Denfert-Rochereau, cuya pieza central es el búnker de comando subterráneo utilizado por el jefe de la Resistencia Henri Rol-Tanguy.