TEGUCIGALPA.- El canciller hondureño, Lisandro Rosales, negó que las negociaciones entre su país y Estados Unidos contemplen la designación de Honduras como un tercer país seguro.
La declaración se produce en medio de presiones de Washington para que Tegucigalpa frene la migración indocumentada.
“Contrario a algunas publicaciones, las pláticas con EEUU no contemplan a Honduras como un 3er país seguro. La agenda se enfoca en seguridad regional, promoción de inversiones y oportunidades y programas de empleo temporal que promuevan una migración regular y segura y ordenada”, publicó Rosales en Twitter.
Contrario a algunas publicaciones, las pláticas con EE.UU no contemplan a Honduras como un 3er país seguro. La agenda se enfoca en seguridad regional, promoción de inversiones y oportunidades y programas de empleo temporal que promuevan una migración regular, segura y ordenada. pic.twitter.com/kwVOWF5SyQ
— Lisandro Rosales (@lisandrorosales) September 10, 2019
El diario La Prensa publicó este lunes que Honduras podría convertirse en tercer país seguro para migrantes de Cuba y Nicaragua. Este acuerdo supone que los solicitantes de asilos en Estados Unidos, que hayan pasado antes por otro país, deben pedirlo primero en Tegucigalpa considerada como “segura”.
Este martes, autoridades de México y Estados Unidos se reunirán en Washington para evaluar acuerdos en materia migratoria. Previo a las negociaciones, el país también rechazó convertirse en “tercer país seguro”.
El concepto de “tercer país seguro”, surgido a raíz de la Convención de Ginebra sobre el Estatuto de los Refugiados (1951), define al Estado que acoge a personas rechazadas por los países donde solicitaron asilo originalmente.
De acuerdo con la Convención de Ginebra, este tercer país tiene que garantizar que los solicitantes de asilo no sean retornados a sus países de origen, asegurar el derecho a la vivienda, seguridad social, servicios médicos, empleo, educación y reunificación familiar. Honduras ha reiterado en varias ocaciones que no posee la capacidad para cumplir con dicho compromiso.
Para Estados Unidos, un acuerdo de tercer país seguro con México y naciones centroamericanos permitirá denegar asilo a los migrantes que transitan por su territorio.