TEHERÁN.- El principal comandante de la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, Hossein Salami, expresó este domingo sus condolencias y dijo que nunca había sentido tan avergonzado como tras la tragedia del avión de pasajeros ucraniano.
“Desearía estar dentro de ese avión, caer y quemarme junto con esos seres queridos en lugar de presenciar este trágico incidente”, declaró Salami.
“Juro por la vida de mis hijos que nosotros no tenemos otro deseo que ser destrozados por el bien de la seguridad, el bienestar y la paz del pueblo iraní”, agregó.
El comandante señaló además que después del asesinato del general iraní Qassem Soleimani sus Fuerzas Armadas se encontraban en la “atmósfera psicológica de una guerra desconocida con Estados Unidos”. “Fuimos influenciados por ese incidente”, enfatizó.
Poco después de que Irán lanzara un ataque con decenas de misiles balísticos contra bases iraquíes que albergan tropas estadounidenses, el vuelo 752 de Ukraine International Airlines fue identificado erróneamente como un objetivo hostil por el Ejército iraní que se encontraba en alerta máxima en ese momento.
La aeronave Boeing 737-800 fue derribada involuntariamente y se estrelló a los pocos minutos de despegar del Aeropuerto Internacional de Teherán. En el siniestro perdieron la vida los 176 pasajeros que iban a bordo, en su mayoría iraníes, además de canadienses y ucranianos.
El gobierno iraní había confirmado recién este sábado que su ejército derribó por error el avión ucraniano, en el que murieron las 176 personas a bordo, mientras la tensión con estados unidos iba en aumento. Irán había negado vigorosamente que el accidente del Boeing se debió a un error del ejército.
El accidente del avión hizo que aumentara la presión internacional sobre Irán después de meses de tensión con Estados Unidos y de acciones militares. Un ataque con aviones no tripulados por parte de Estados Unidos mató al general iraní Qassem Soleimani, lo que provocó que Teherán iniciara su plan de acción para disparar contra objetivos estadounidenses.
Canadá, que tenía 57 ciudadanos a bordo, y Estados Unidos dijeron que creían que un misil iraní había derribado el avión, aunque dijeron que probablemente fue un accidente. El canciller de Canadá había advertido a Irán que “el mundo está mirando”.