ANKARA.- Turquía dice que la zona desmilitarizada en la provincia siria de Idlib fue desprovista de artillería fuerte como parte de un acuerdo alcanzado con Rusia, pero los expertos dicen que Ankara aún tiene más desafíos por delante.
El Frente de Liberación Nacional (NLF), una organización opositora respaldada por Turquía, que incluye al Ejército Sirio Libre, confirmó que había completado el proceso de retirar sus armas pesadas de Idlib, el último bastión rebelde en Siria. «Nuestras armas pesadas, incluidos tanques y cañones, se han trasladado a las líneas traseras de la zona desmilitarizada para que ya no sean un objetivo para los aviones de combate rusos», aseguró el portavoz del FLN, Naji al-Mustafa. «Permaneceremos en nuestras líneas de defensa con nuestras armas pequeñas y ligeras», agregó.
El acuerdo, firmado el 17 de septiembre en Sochi, apunta a evitar un asalto gubernamental a gran escala en Idlib mediante la creación de una zona de desmilitarización de 15-20 km que rodee el área. Se espera que se establezca el 15 de octubre y se extenderá desde los suburbios del norte de la vecina Latakia hasta las afueras de la región noroeste de Aleppo.
Las Naciones Unidas advirtieron que un ataque liderado por el gobierno en Idlib crearía un desastre humanitario en la región, hogar de casi tres millones de personas, la mitad de las cuales están desplazadas internamente por ofensivas gubernamentales anteriores.
Si bien las operaciones previas terminaron con la negociación por el traslado de combatientes y sus familias hacia el norte, un ataque a Idlib dejaría a los residentes con un ultimátum; ya sea para cruzar a territorio controlado por los turcos o para vivir bajo la influencia de al-Assad una vez más.
En los últimos días, Turquía ha enviado refuerzos a sus 12 puestos de observación dispersos por Idlib, además de tropas para patrullar el área desmilitarizada. Según el acuerdo, las fuerzas turcas y la policía militar rusa supervisarán la seguridad en el área, pero no está claro si las fuerzas rusas estarán patrullando el lado controlado por los rebeldes de la zona.
Los observadores, sin embargo, dicen que desarmar la zona es solo un aspecto del acuerdo, que también requiere la retirada de todos los llamados combatientes radicales de la zona para el 15 de octubre. Esto incluye a Hay’et Tahrir al-Sham (HTS), que está dominado por una facción rebelde que solía tener vínculos con al-Qaeda.
«Todavía hay cláusulas en el acuerdo que están abiertas a varias interpretaciones, ya sea de los turcos o de los rusos», dijo Ahmed Abazeid, un investigador sirio con sede en Estambul. «El acuerdo es básicamente una táctica de negociación a largo plazo entre los dos países», concluyó.