BOGOTÁ.- Cientos de miles de indígenas recorrieron cerca de 500 kilómetros en los últimos cuatro días para llegar a la capital colombiana, en busca de una posible reunión con el presidente Iván Duque, para pedirle acciones concretas ante el asesinato sistemático de líderes sociales y en general para frenar el recrudecimiento de la violencia.
El movimiento de protesta indígena comenzó el 10 de octubre en el suroeste del país y fue avanzando paulatinamente hasta llegar a la capital en caravanas buses tradicionales conocidos popularmente como chivas.
Los representantes de los pueblos originarios exigen “un cara a cara” con el mandatario colombiano para exponer sus denuncias sobre la arremetida de guerrillas y demás grupos financiados por el narcotráfico en sus territorios.
Sin embargo, el Ejecutivo se ha mostrado reacio a un encuentro y sostiene que “no hay ninguna posibilidad por ahora de una reunión con Duque” y en cambio, ofreció un encuentro con la delegación del Gobierno y el Defensor del Pueblo (Ombudsman), Carlos Camargo, intermediario entre la minga y la Casa de Nariño.
Fue la Alcaldía de Bogotá a cargo de Claudia López la que se hizo cargo de recibir a los indígenas que partieron del suroeste del país, y adecua el Palacio de los Deportes, un coliseo cubierto en la capital, para acogerlos con las medidas de bioseguridad necesarias para evitar el contagio del COVID-19. Al entrar a la capital colombiana, recibieron mascarillas nuevas y pasaron por el ritual de desinfección tradicional.
Este miércoles la Minga se sumará al llamado Paro Nacional, un movimiento de protesta que nació a finales de 2019 en rechazo al Gobierno de Duque y que desde entonces ha convocado masivas protestas.