PARÍS.- El sector de la carne, desde los ganaderos hasta los carniceros, manifestaron su preocupación en un a carta abierta a la Comisión Europea ante la posibilidad de que Bruselas alcance un acuerdo comercial con cuatro países del Mercosur (Brasil, Argentina, Paraguay y Uruguay).
“Cómo no estar inquietos cuando la Comisión europea parece más decidida a alcanzar un acuerdo con el Mercosur o a reanudar las negociaciones comerciales con Estados Unidos, lo que supone ofrecer cada vez más a nuestros ciudadanos carne que no cumple con las normas medioambientales, sanitarias y de bienestar que nos imponemos a nosotros mismos-, que a proteger la salud de los consumidores y la sostenibilidad de nuestras actividades”, escribió Dominique Langlois, presidente de la Interprofesional de la carne (Interbev).
El responsable francés además se muestra preocupado por las señales “negativas y contradictorias” enviadas por Europa respecto a la soberanía alimentaria del continente y la lucha contra el calentamiento global.
Asimismo, fustiga la “estigmatización de la carne roja”, mientras que el sector de los ganaderos franceses “se comprometió” a favor de “comer mejor”.
Lucas Ferraz, ministro de Comercio de Brasil, dijo sobre un eventual acuerdo entre la UE y el Mercosur el 8 de mayo a la agencia Bloomberg que el pacto “nunca había estado tan cerca, hemos progresado más en cuatro meses que en 20 años”, sentenció.
Francia, que siempre ha defendido a sus ganaderos hasta ahora, ya no bloquea a las concesiones sensibles en el sector agrícola para abrir las frontera de la UE a los productos de América Latina, añadió. En su opinión, es más bien Brasil el que debe finalizar los trabajos técnicos para poder avanzar.
Bloomberg, citando un escenario optimista, un acuerdo en principio podría alcanzarse esta semana durante una ronda de negociaciones en Buenos Aires o, en su defecto en junio, tras las elecciones europeas.
El acuerdo Mercosur-Unión Europea, en discusión hace casi 20 años, es el mayor jamas firmado por los europeos. Las negociaciones, que parecían estar a punto de concentrarse en los últimos meses, han chocado con divergencias entre Brasil y la UE, sobre todo en cuanto al acceso de la carne y el azúcar a los país europeos, y sobre el sector automotriz.