BERLÍN.—Este lunes Alemania lanzó un nuevo boleto de transporte público llamado «Deutschlandticket«, que por 49 euros al mes permite viajar por todo el país en bus, metro y trenes locales y regionales.
La iniciativa busca luchar contra el cambio climático y reducir la inflación, al mismo tiempo que se fomenta el uso de transportes menos contaminantes, especialmente el tren.
El ministro de Transporte, Volker Wissing, ha calificado esta medida como «la más importante reforma del transporte de la historia» del país, mientras que la legisladora ecologista la ha definido como una «revolución ferroviaria».
Sin embargo, a pesar de las expectativas iniciales, la eficacia de esta medida no está garantizada. La Asociación de Empresas Alemanas de Transporte espera que al menos 16 millones de personas se suscriban, pero ya se han vendido unos 750.000 billetes, sin contar los usuarios que han convertido sus abonos normales en «Deutschlandticket».
El lanzamiento del «Deutschlandticket» se ha visto retrasado debido a los meses de debate sobre su financiamiento. Finalmente, el Estado y las regiones han acordado pagar cada uno 1.500 millones de euros al año para evitar que Deutsche Bahn, el operador ferroviario nacional, acumule más déficit.
Sin embargo, la oposición ha criticado estos gastos y ha argumentado que el dinero debería ser destinado a mejorar y renovar la infraestructura ferroviaria.