TEL AVIV.- La policía cuestionó una vez más al primer ministro por una investigación en curso en la que está implicada la mayor firma de telecomunicaciones del país, uno de los tres casos de los cuales es sospechoso.
Benjamin Netanyahu negó su implicancia en todos los casos. Para éste en específico, conocido como Caso 4000, la policía aún no emitió recomendación para que sea acusado formalmente, algo que sí hizo para las otras dos investigaciones, en las que piden que sea acusado bajo los cargos de soborno. La decisión final dependerá del fiscal general y se prevé que pueda demorar meses.
En el Caso 4000 se cree que pudo haber concedido favores a la empresa Bezeq Telecom Israel, a cambio de una cobertura favorable de él y su familia en el sitio web de la compañía de telecomunicaciones.
La policía y la Agencia de Valores explicaron que la visita de los investigadores a la residencia oficial de Netanyahu en Jerusalén fue para interrogarlo en el marco de «la lucha contra delitos financieros».