TEHERÁN.- Los iraníes comenzaron a votar este viernes pero sin gran entusiasmo, para elegir a un nuevo presidente, en un proceso en le que un juez ultraconservador y ferozmente leal al establishment religioso es el candidato más fuerte.
El guía supremo, ayayolá Alí Jamenei, emitió este viernes desde la capital persa el primer voto de las elecciones presidenciales, inaugurando la jornada. Se espera que el reemplazo del actual presidente, Hasan Rohani, sea un conservador de línea dura que vele por los intereses del líder supremo.
El pasado miércoles dos de los siete candidatos presidenciales decidieron abandonar la contienda sin explicar sus razones, pero exhortaron a los ciudadanos a votar en estas elecciones.
Cerca de 60 millones de personas están habilitadas para votar hasta este viernes a la medianoche, en un proceso electoral que podría extenderse hasta dos horas más y cuyos resultados se conocerán al final de la mañana del sábado, según las autoridades.
Ebrahim Raisi, jefe de la Autoridad Judicial de 60 años, no tiene rivales de peso tras la descalificación de sus principales adversarios políticos y se visualiza como el claro favorito de los comicios, que marcan el fin de una campaña electoral que despertó poco interés entre los iraníes.
Según los escasos sondeos disponibles, la abstención en estas elecciones podría llegar a un nivel inédito y superar el 57%.
Ante los llamados en redes sociales para boicotear la votación, Jamenei llamó el miércoles a sus compatriotas a participar masivamente en el escrutinio para elegir “un presidente fuerte”.
El presidente en Irán tiene poderes limitados. El poder real está en manos del guía supremo, Jamenei.
El descontento y el rechazo a las autoridades se vive cada vez más abiertamente ante la grave crisis económica y social que provocó el restablecimiento de las sanciones estadounidenses.