HOKKAIDO.- Hasta ahora el balance de muertos asciende a 31, mientras que al menos una decena de personas se encuentran desaparecidas tras el terremoto de magnitud 6,7 en las escala de Richter que estremeció la isla nipona de Hokkaido, causando derrumbamientos y corrimientos de tierra, además de sepultar decenas de viviendas en la madrugada del jueves.
Cerca de 40.000 personas,entre soldados, bomberos y oficiales de la policía, “están trabajando día y noche en las operaciones de búsqueda y rescate”, aseguró un portavoz del Gobierno en una conferencia de prensa.
La carrera contrarreloj de 72 horas, considerado el plazo crucial para hallar con vida a víctimas de la catástrofe, está a punto de expirar. Las tareas de rescate se concentran en la localidad de Atsuma (epicentro del terremoto), donde se produjeron los desplazamientos de tierra más graves y hubo más viviendas y establecimientos afectados.
Shinzo Abe, primer ministro nipón, aseguró que el Gobierno “continuará haciendo todo lo posible” para asistir a los afectados por la catástrofe, durante su intervención en una reunión ministerial.
El ministro también confirmó que el Ejecutivo destinará una partida especial presupuestaria de un billón de yenes (cerca de 7.700 millones de euros) para reparar los daños causados por el terremoto de Hokkaido y los estragos de otros desastres naturales como el tifón Jebi a comienzos de semana y las lluvias torrenciales de julio en el oeste del país.