TOKIO.— Japón ejecutó el martes a tres prisioneros del corredor de la muerte, las primeras penas capitales aplicadas desde diciembre de 2019, según reportaron medios locales citando fuentes anónimas, incluida una del Ministerio de Justicia.
Se trata de las primeras ejecuciones bajo el gobierno del primer ministro Fumio Kishida, que asumió el cargo en octubre y ganó unas elecciones generales ese mismo mes.
Contactado por la agencia francesa AFP, el Ministerio de Justicia no confirmó de inmediato la información de varios medios japoneses, que tampoco identificaron a los presos.
Japón, con más de 100 condenados en el corredor de la muerte, es uno de los pocos países desarrollados que todavía aplica la pena capital.
En 2019 ejecutó también a tres presos, un año antes a 15, de los cuales 13 eran miembros de la secta Aum Shinrikyo y fueron acusados por el mortífero ataque con gas satín en el metro de Tokio, en 1995.
Las penas suelen aplicarse tiempo después de la sentencia, y siempre mediante el ahorcamiento.
En Japón, el apoyo público a la pena de muerte es alto a pesar de las críticas internacionales, en la que se incluyen organismos de defensores de derechos humanos.