NAIPYIDÓ.- Este viernes el magistrado que lleva el caso señaló “que no hay evidencias suficientes para liberar a los culpables” al hacer público el veredicto contra el recurso, en una lectura donde los acusados no estuvieron presentes.
Ambos periodistas, detenidos mientras investigaban una masacre de rohinyás, fueron hallados culpables en septiembre de 2018 de vulnerar la Ley de Secretos Oficiales, una norma de la era colonial, al estar en posesión de unos documentos confidenciales que les acaban de entregar dos policías.
Los condenados alegan que fue una trampa la reunión en la noche del 12 de diciembre de 2017 con los agentes y los documentos recibidos, cuyo contenido no llegaron a conocer porque fueron arrestados ni bien los recibieron.
Los abogados de los dos reporteros, que siempre se han declarado inocentes, cuenta todavía con una última oportunidad de revocar la condena ante el Tribunal Supremo de Birmania, cuya decisión dejará el caso en firme.
Al momento de su detención, los reporteros seguían la pista de la muerte de diez rohinyás en una aldea en el estado de Rakáin en el marco de una operación militar en respuesta a una serie de ataques de un grupo insurgente rohinyá a puestos policiales el 25 de agosto de 2017.
El informe de una comisión especial de la ONU, presentado el pasado septiembre, expuso pruebas de genocidio en la campaña militar desarrollada en Rakáin en 2017 y que causó el éxodo de 723.000 rohinyás a Bangladesh.
El Gobierno y el Ejercito birmano rechazaron las conclusiones de Naciones Unidas