KABUL.- La falta de lluvia en la capital de Afganistán durante los últimos inviernos ha dejado a la ciudad en sequía y sin poder recargar el agua subterránea obligando a ciudadanos a perforar pozos de hasta 100 metros.
Son pocos los barrios en Kabul que están conectados a un sistema agua potable municipal. Los ciudadanos que no tienen acceso al agua suelen cavar su propio pozo o utilizar uno de algún vecino.
Cada vez son más los puntos de la capital en donde se están perforando pozos cada vez más profundos para encontrar agua. Las nevadas de este invierno no han cambiado la situación en lo más mínimo.
Un estudio realizado hace ya un tiempo demostró que, el nivel del agua subterránea había disminuido en ciertos lugares hasta 40 metros en pocos años.
“La tasa de extracción de agua subterránea es más rápida que la tasa de recarga natural, debido a los bajos niveles de precipitación y el alto consumo de agua por la creciente población de Kabul”, explica la Compañía Estatal de Abastecimiento de Agua y Saneamiento.
La compañía provee agua a 68.000 habitantes de la capital que equivale a un 20% de la población.
Sin embargo, aquellos que cuentan con el agua de los pozos enfrentan otro grave problema, “el 70% del agua subterránea de la capital no es potable”, según la Agencia Nacional de la Protección del Medio Ambiente (NEPA).
La falta de un sistema de alcantarillado y fugas sépticas contaminan el agua y causan enfermedades a aquellos que no la hierven antes de consumirla.
La necesidad de agua solo aumenta. Kabul ahora cuenta con una población de 5 millones, con la llegada de personas que huyen de conflictos armados y la miseria. Se anticipa que Kabul tendrá una población de 8 millonespara el 2050.