NAIROBI.— El inspector general de la Policía keniana, Japhet Koome, informó hoy que el número de cadáveres encontrados en el bosque de Shakahola, en el sur de Kenia, de presuntos miembros de una secta que ayunaron hasta la muerte para encontrarse con Jesucristo, llegó a 58.
La Iglesia Internacional de la Buena Nueva, dirigida por Paul Mackenzie Nthenge, habría instado a sus seguidores a ayunar para «conocer a Jesús«, lo que llevó a la muerte de al menos 58 personas confirmadas, incluyendo cuatro encontradas el 14 de abril y otras 11 rescatadas y hospitalizadas ese mismo día.
El líder de la secta ha informado a las autoridades que más de mil personas se unieron a su llamado para «encontrarse con Jesús». Las excavaciones en el bosque continúan y se espera encontrar más cuerpos.
El presidente de Kenia, William Ruto, ha condenado el acto y ha declarado que se están buscando tanto a cadáveres como posibles sobrevivientes. Además, comparó la acción del pastor con la de los terroristas, y ha pedido su detención.
La Cruz Roja de Kenia recibió informes de al menos 112 personas desaparecidas en la zona, y la organización Haki Africa ha pedido la intervención del gobierno para enviar tropas al terreno y socorrer a las víctimas que siguen ayunando hasta la muerte.
Nthenge ya había sido detenido por convencer a muchos niños a no ir a la escuela bajo el argumento de que la educación no estaba reconocida en la Biblia, y también por la muerte por inanición de dos niños. Sin embargo, salió de prisión tras pagar una fianza de 700 euros.
La policía keniana ha condenado enérgicamente cualquier forma de organización religiosa que promueva creencias extremistas y opere fuera de los límites de la ley. El bosque de Shakahola, que se encuentra acordonado, todavía tiene personas en su interior que se han negado a ser asistidas por las autoridades cuando son encontradas.