Kim Jong-un supervisa traslado de 250 lanzamisiles

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PYONGYANG.— El líder norcoreano, Kim Jong Un, supervisó el traslado de 250 lanzamisiles balísticos a unidades militares en la frontera sur, y calificó las armas como una «poderosa y apreciada espada» para defender la soberanía, informó el lunes la prensa estatal.

La «ceremonia de traslado de 250 lanzamisiles balísticos tácticos de nuevo tipo a las unidades militares fronterizas» ocurrió el domingo en Pyongyang y fue presidida por Kim, según la agencia de noticias oficial KCNA.

Los lanzadores son una «arma táctica actualizada de ataque», dijo Kim en la ceremonia, afirmando que los diseñó él «personalmente».

Es la primera vez que Corea del Norte hace pública la magnitud de una transferencia de armas a sus unidades fronterizas, señaló a AFP Han Kwon-hee, experto de la Asociación Coreana de Estudios de la Industria de Defensa.

Cada lanzador está diseñado para albergar cuatro misiles, agregó Han, precisando que el reciente suministro de armas norcoreanas a Rusia podría haber «interferido en la capacidad de Corea del Norte para producir esos 1.000 misiles».

El traslado de las armas coincide con un momento de deterioro en las relaciones entre las dos Coreas. El Norte ha intensificado sus pruebas de misiles y ha bombardeado al Sur con globos cargados de basura.

Corea del Sur respondió con la reanudación de transmisiones de propaganda a lo largo de la frontera, al tiempo que suspendió un acuerdo para la reducción de tensiones y volvió a efectuar maniobras militares con fuego real cerca de la frontera.

Este año, Pyongyang designó a Corea del Sur como su «principal enemigo», prescindió de los organismos dedicados a la reunificación y el acercamiento, y amenazó con la guerra por «incluso 0,001 mm» de territorio.

Kim aseguró que la presentación de estas nuevas armas, en un momento en que el país sufre los daños causados por recientes inundaciones, es una «manifestación de la firme voluntad de nuestro Partido de seguir adelante con el refuerzo de las capacidades de defensa».

Fuertes lluvias azotaron el norte del país a finales de julio y según un medio de comunicación surcoreano hasta 1.500 personas podrían haber muerto.