LA MECA.- Líderes políticos y jefes de estado de naciones islámicas han condenado a países que tomaron la «decisión ilegal e irresponsable» de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel.
En una declaración conjunta realizada el sábado, al final de una cumbre de la Organización de Cooperación Islámica (OIC) de 57 miembros en La Meca, Arabia Saudita, los líderes hicieron un llamado a los países que han trasladado sus embajadas a Jerusalén para que reconsideren su estrategia que, dijeron, constituyó «una grave violación del derecho internacional y la legitimidad internacional».
La OIC instó a los países miembros a tomar «medidas apropiadas» contra los países que trasladaron sus embajadas a Jerusalén.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trum, reconoció a Jerusalén como la capital de Israel en diciembre de 2017, rompiendo con décadas de protocolo establecido, y en mayo de 2018 transfirió la embajada de Estados Unidos de Tel Aviv a Jerusalén. Guatemala siguió su ejemplo poco después.
«El pueblo palestino tiene el derecho de lograr sus derechos nacionales inalienables, incluido su derecho a la libre determinación y el establecimiento de un Estado palestino independiente y soberano», sostuvo la declaración final.
Jerusalén es reclamada tanto por israelíes como por palestinos como su capital y el movimiento de Estados Unidos fue condenado rotundamente por los palestinos, que dijeron que Estados Unidos ya no podía presentarse como un mediador neutral entre las dos partes.
La OIC también respaldó a Arabia Saudita por las crecientes tensiones con Irán, ya que el Rey Salman advirtió que los ataques «terroristas» en la región del Golfo podrían poner en peligro los suministros mundiales de energía.
El comentario se produjo después de que ataques de sabotaje dañaron cuatro embarcaciones, dos de ellas petroleros sauditas, frente a las costas de Emiratos Árabes Unidos, a la vez que los ataques con drones de los opositores de Yemen cerraron un oleoducto saudí clave.
«Confirmamos que las acciones terroristas no solo tienen como objetivo el reino y la región del Golfo, sino también la seguridad de la navegación y los suministros mundiales de petróleo», afirmó el rey a los estados miembros de la OCI.