PARÍS.- Tal como lo exige la Unión Europea, Francia cerró el 2017 con un déficit inferior al 3% teniendo un crecimiento mejor de lo esperado.
En concreto, Francia logró disminuir el déficit público del 2,6% del Producto Interior Bruto (PIB), después del 3,4% de 2016. Es decir 0,08 puntos.
El objetivo de Emmanuel Macron era quedar por debajo del límite impuesto por Bruselas, pero esperaba alcanzar un déficit del 2,9%.
El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, expresó en una radio francesa: «Hemos cumplido nuestros compromisos» y agregó: «Por primera vez desde hace diez años vamos en la buena dirección. Esto nos permite recuperar nuestra credibilidad en Europa».
Según dio a conocer el Instituto Nacional de Estadística (INSEE), los motivos radican en que el presupuesto del Estado se redujo en 1.300 millones de euros y hubo un crecimiento del 2%, por lo que aumentaron los ingresos fiscales. Además, el déficit de la seguridad social se achicó de 7.800 millones de euros a 5.100 millones en 2017.
Sin embargo, la deuda pública sigue siendo un problema para la República Francesa. En 2016 representaba un 96,6% del PBI, mientras que en 2017 el porcentaje subió a un 97%.