ESTAMBUL.- La economía turca se redujo por segundo trimestre consecutivo a principios de 2019, dejando al descubierto el impacto de una crisis monetaria punitiva y el aumento de la inflación y las tasas de interés en un contexto político tenso.
La principal economía de mercado emergente se contrajo un 2,6 por ciento en el primer trimestre, luego de una caída del 3 por ciento en los tres meses anteriores, sacudida por una caída de más de un tercio en el valor de la lira desde fines de 2017.
Una explosión del gasto gubernamental antes de las elecciones locales del 31 de marzo ayudó a contener la caída, aunque una posterior liquidación de la lira podría arrastrarse sobre el producto interno bruto (PBI) nuevamente hacia mediados de 2019.
«El endurecimiento de las condiciones financieras en los últimos meses probablemente ha dado lugar a una nueva recesión», sostuvo el economista senior de Capital Economics, Jason Tuvey, que apunta a una amplia venta del mercado desde fines de marzo. «Esto refuerza nuestra opinión de que la recuperación será lenta y con baches», agregó.
La crisis monetaria del año pasado, provocada por las preocupaciones sobre una disputa diplomática con Washington y las dudas sobre la independencia del banco central, puso fin a los años de un auge impulsado por la construcción, impulsada por el capital extranjero barato y caracterizado por tasas de crecimiento superiores al 5 por ciento.
La inflación se disparó cuando el banco central elevó los costos de los préstamos para apoyar a la lira en crisis. La divisa ha estado bajo una presión renovada en los últimos meses debido a la inquietud de los inversores por la amenaza de nuevas sanciones estadounidenses, la incertidumbre sobre los resultados de las elecciones locales, la disminución de las reservas del banco central y la tendencia de que los turcos aumenten sus reservas en el extranjero.
La lira se reafirmó a 5,85 frente al dólar, desde 5,8825 luego de los datos del Instituto de Estadística del viernes.
