DAMASCO.- El presidente francés ha pedido a su homólogo ruso, en una conversación telefónica este viernes, que haga todo lo que esté en su mano para revertir la situación sobre el terreno. París también ha mostrado su inquietud por la violencia en la provincia de Idlib, donde los bombardeos se siguen cobrando vidas de civiles y empujan a miles de personas a abandonar sus hogares.
Después de una pausa breve, los bombardeos volvieron a caer en varias localidades de la inmensa región de Guta Oriental, cerca de Damasco y donde se encuentran unos 4000.000 habitantes asediados en pésimas condiciones, según corresponsales de la AFP.
Desde el lunes, miles de familias se han refugiado en albergues improvisados, mientras que los médicos y los socorristas están desbordados por la afluencia de víctimas, con decenas de muertos y heridos a diario, entre ellos mujeres y niños.
En el sur de este bastión insurgente también se han registrado enfrentamientos entre el grupo Estado Islámico y rebeldes sirios, que acusan a las fuerzas progubernamentales de abrir un corredor a los yihadistas para alcanzar esta región, a cambio de retirarse del último reducto que les quedaba, entre el noreste de Hama y el sur de Alepo.
En el enclave kurdosirio de Afrín han muerto al menos dos, al retormarse los bombardeos tras cinco días sin ataques aéreos de las fuerzas turcas. Ankara lanzó una ofensiva el 20 de enero contra posiciones de la milicia kurdosiria las Unidades de Protección del Pueblo (YPG), a la que considera terrorista por sus vínculos con la guerrilla kurda del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).