BOGOTA.- A lo largo del departamento de Norte de Santander, frontera con Venezuela, un conflicto sin resolver mantiene en vilo a la población y ha dejado en evidencia los intereses por el control de la región por parte de estos grupos terroristas.
Una serie de recientes enfrentamientos en el Norte de Santander, noreste de Colombia, entre exguerrilleros del Ejército Popular de Liberación (EPL) declararon públicamente la guerra contra el Ejército de Liberación Nacional (ELN), según comunicó el ELN en su cuenta oficial de Twitter.
El Frente de Guerra Nororiental, filial del ELN, interpretó los últimos anuncios hechos por el EPL como una declaración formal de guerra. El EPL pretende recuperar su territorio y su gente, ahora en manos del Ejército de Liberación Nacional. “Todas las organizaciones del la región de Santander se alinean bajo las normas del EPL”, afirmación con la que el ELN no estuvo de acuerdo.
En respuesta a esa declaración el ELN aseguró que se “respetará la vida de familiares y militantes del EPL que no participen activamente en los enfrentamientos hasta que se logre resolver la confrontación”. La causa de esta disputa es la región del Catatumbo, considerado uno de los ejes de la cocaína del país.
Esta región en Colombia no solo tiene una de las cosechas más altas de coca del país y la capacidad de producirla a muy bajo costo, sino que ademas por su ubicación geográfica en la frontera con Venezuela proporciona a los terroristas rutas claves para el tráfico y otras actividades lucrativas como el contrabando y la extorsión.
La crisis que se vive en Venezuela ha estrechado los lazos entre los grupos criminales en Colombia y los organismos de seguridad corruptos en Venezuela, elevando el numero de jóvenes venezolanos que han ingresado a las filas de estos grupos al margen de la ley, para servir como mano de obra criminal barata.