MUNDO.- La crisis sanitaria derivada del COVID-19 sumió en la pobreza a 88 millones de personas mientas que 270 millones están amenazadas por la escasez de alimentos, declaró el secretario generales de las Naciones Unidas (ONU), António Guterres.
El alto funcionario hizo estas declaraciones en un evento dedicado a la conmemoración del 75 aniversario de la primera sesión de la Asamblea General de la ONU, que tuvo lugar el 10 de enero de 1946 en la sala del Palacio de Westminster en Londres.
“La pandemia del COVID-19 influyó de una forma desproporcionada y terrible en los pobres, desheredados, adultos mayores, niños, personas con discapacidad, minorías…Sumió en la pobreza a 88 millones de personas y más de 270 millones se vieron amenazadas por la inseguridad alimentaria”, dijo Guterres.
Recordó que había llamado a cerrar “un nuevo contrato global” a nivel internacional.
“Se necesita mejor la gestión del poder, de los recursos y de las posibilidades, distribuirlos de una forma justa, los países en desarrollo deben desempeñar un rol proporcional en las instituciones globales”, insistió Guterres.
“A nivel nacional he llamado a cerrar un nuevo contrato social entre las personas, gobiernos, el sector privado y la sociedad civil para eliminar las fuentes de la desigualdad mediante una imposición más justa y mediante ingresos, riquezas, bienes y posibilidades universales para todos”, remarcó Guterres.