JERUSALÉN.- Las fuerzas israelíes clausuraron todas las entradas a la Mezquita de Al-Aqsa, en el punto de inflamación de Jerusalén Oriental, en medio de confrontaciones con los fieles palestinos, informó un funcionario.
«Decenas de soldados israelíes irrumpieron en el recinto de Al-Aqsa y atacaron a varias figuras religiosas», dijo en una declaración Firas al-Dibs, portavoz de la Autoridad de Dotaciones Religiosas de Jerusalén, una agencia dirigida por Jordania encargada de supervisar los sitios musulmanes y cristianos de la ciudad.
Según al-Dibs, el director de la Mezquita de al-Aqsa, Omar Kiswani, y Sheikh Wasef al-Bakri, el juez supremo interino de los tribunales islámicos de Jerusalén, se encontraban entre los asaltados por la policía israelí.
Declaró que la policía atacó con bastones a decenas de fieles musulmanes cerca de la Cúpula de la Roca de Al-Aqsa. «Al menos cinco palestinos fueron arrestados antes de ser detenidos para una investigación más profunda», agregó al-Dibs.
Según la policía israelí, «se lanzó un cóctel molotov contra un edificio de la policía dentro del propio recinto y esa instalación comenzó a arder». Lo que ocurrió después fue una pelea entre las fuerzas de seguridad israelíes y los fieles palestinos.
La presidencia palestina ha condenado la escalada informada en el sitio religioso. Según un comunicado publicado por la agencia de noticias WAFA de Palestina, el presidente Mahmoud Abbas mantiene «contactos intensos» con todas las partes relevantes, con la esperanza de calmar la situación.
El mandatario también pidió a la comunidad internacional que intervenga, acusando a la policía y colonos israelíes de «violar sistemáticamente la santidad de la mezquita y provocar los sentimientos de los musulmanes».
La tensión se ha incrementado en Jerusalén Oriental desde el mes pasado, cuando la policía israelí selló brevemente la Puerta Al-Rahma del complejo Al-Aqsa, ubicada junto al muro este de la Ciudad Vieja, lo que provocó manifestaciones palestinas.
En las semanas posteriores, las autoridades israelíes prohibieron que decenas de palestinos, incluidos funcionarios religiosos, ingresen a Al-Aqsa, que para los musulmanes representa el tercer lugar más sagrado del Islam.