DAMASCO.— En 2011, Siria fue expulsada temporalmente de la Liga Árabe después de que las protestas contra el Gobierno del presidente sirio, Bashar Asad, desembocaran en un conflicto armado que dejó medio millón de personas muertas y más del 50% de los 23 millones de habitantes obligados a abandonar sus hogares.
Ahora, Siria vuelve a ser miembro de la LEA y participó en la cumbre de la organización que se celebró en la ciudad saudí de Yeda el 19 de mayo.
El primer ministro saudita y príncipe heredero, Mohamed bin Salmán, manifestó que Arabia Saudita espera que la readmisión de Siria en la Liga Árabe termine con la crisis en este país. Sus palabras llegan días después de que ambos países anunciaran la reapertura de sus embajadas.
En la cumbre, el rey de Jordania, Abdalá II, también aplaudió el regreso de Siria al seno de la LEA tras una suspensión de muchos años. «La crisis siria tuvo un costo muy alto (…) saludamos su retorno a la Liga de los Estados Árabes«, declaró el monarca jordano.
El portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de Irak, Ahmed Sahaf, también señaló que el regreso de Siria a la LEA reforzará el principio de la integración árabe conjunta.
En cuanto a Egipto, el portavoz de la oficina presidencial egipcia, Ahmed Fahmy, declaró que el retorno de Damasco a la LEA promueve una solución política a la crisis en el país.
«La posición de Egipto consiste en una esperanza de que esta decisión sea un gran impulso a una solución política de la crisis siria basada en la resolución 2254 del Consejo de Seguridad de la ONU», precisó el vocero.
Sin embargo, como informaron algunos medios, aún no hay consenso en el seno de la organización sobre el restablecimiento de las relaciones con Siria. En la votación estuvieron ausentes representantes de varios Gobiernos, entre ellos Catar, que sigue apoyando a los grupos de la oposición siria y se resiste a normalizar las relaciones con Damasco.