TOKIO.— La probable próxima primera ministra de Japón, Sanae Takaichi, ya enfrenta críticas por parte del histórico socio de coalición de su partido, una tensión que podría retrasar o incluso poner en riesgo su llegada al poder.
Takaichi, una conservadora de línea dura que fue elegida el fin de semana como nueva líder del Partido Liberal Democrático (PLD), mantuvo el martes una reunión con el líder de su aliado moderado Komeito para abordar las preocupaciones sobre algunas de sus posturas.
Aunque se espera ampliamente que Takaichi obtenga la aprobación del Parlamento para convertirse a fines de este mes en la primera mujer en ocupar el cargo de primera ministra de Japón, su nombramiento no está garantizado, ya que la coalición gobernante no cuenta con mayoría propia.
Japan’s likely next prime minister, Sanae Takaichi — known for socially conservative positions such as opposing same-sex marriage — has critics worried about how her leadership would affect gender equality in the country https://t.co/iwt3aoyUDz pic.twitter.com/hD030Uwt7m
— Reuters (@Reuters) October 7, 2025
Si Komeito se separa, Takaichi podría verse obligada a negociar alianzas con otros partidos, como el Partido Democrático por el Pueblo (DPP), de orientación fiscalmente expansiva, lo que podría aumentar la incertidumbre entre los inversores sobre la sostenibilidad de la deuda japonesa, una de las más altas del mundo.
“Todos creen que Takaichi probablemente tiene ventaja”, dijo Kei Okamura, director gerente de la gestora de activos Neuberger Berman en Tokio. “La cuestión es cuán grande es esa ventaja”.
Una votación parlamentaria estaba prevista para el 15 de octubre, pero podría postergarse mientras continúan las negociaciones de coalición, según fuentes del PLD. El presidente estadounidense Donald Trump tiene programado visitar Japón a fin de mes.
La oposición busca un candidato alternativo
Komeito, un partido de corte socialmente liberal vinculado a una organización budista laica, ha mantenido una alianza con el PLD desde 1999 y suele actuar como freno a sus tendencias más militaristas, como su alejamiento del pacifismo.
El partido ha criticado el duro discurso de Takaichi hacia los extranjeros y sus visitas al Santuario Yasukuni, considerado por los países vecinos como un símbolo del pasado militarista japonés. También reclama una respuesta más firme del PLD frente al escándalo de financiamiento político que sacude al partido.
Tras la reunión del martes, el líder de Komeito, Tetsuo Saito, dijo a los periodistas que planteó estos temas durante el encuentro, que duró unos 90 minutos, aunque sin llegar a conclusiones.
Mientras tanto, el principal partido opositor, el Partido Democrático Constitucional (CDP), ha pedido a otras fuerzas que se unan detrás de un candidato alternativo a primer ministro.
De concretarse, el líder del DPP, Yuichiro Tamaki, defensor de mayores estímulos económicos y recortes impositivos, sería un fuerte contendiente, según señaló el secretario general del CDP, Jun Azumi, citado por medios locales el miércoles.
Cuando el Parlamento se reúna para votar al próximo primer ministro, los partidos de oposición podrán presentar sus propios candidatos.
El que obtenga mayoría simple en la primera ronda será aprobado; si nadie la alcanza, se realizará una segunda votación entre los dos más votados.
Sin embargo, lograr un acuerdo entre las diversas facciones opositoras para desafiar a Takaichi parece altamente improbable, según analistas políticos.
“Takaichi tiene su designación prácticamente asegurada”, afirmó Paul Nadeau, profesor asociado de ciencias políticas en la Universidad de Temple en Tokio.