CORDOBA.- El nuevo director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, intentó diferenciarse de la gestión anterior y afirmó su pleno apoyo al lenguaje inclusivo.
«Estamos más que dispuestos a favorecer todo lo que sea necesario para que la visibilidad del sexo femenino en el lenguaje se incremente mucho más. De modo que lo que la Academia pueda hacer por esa inclusión estará muy dispuesta a hacerlo», lanzó Machado durante el 8° Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado en la provincia argentina de Córdoba.
El nuevo director se refirió a aquellos que se oponen al lenguaje inclusivo y utilizan a la RAE para justificar su posición, por lo que aseguró que la Academia no es la dueña del lenguaje, sino la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), y de a poco la sociedad supo enmarcar esta nueva manera de hablar en algo más serio.
Esta no es la primera vez que la RAE se manifiesta sobre el lenguaje inclusivo, sin embargo sí la primera que lo apoya. En reiteradas oportunidades diferentes directivos de la Academia condenaron este uso, por ejemplo a mediados de mes la directora del Departamento de «Español al día», Elena Hernández, defendió la utilización genérica del masculino gramatical y afirmó que la «e» es solo una moda ya que
«se observa sólo en documentos administrativos o discursos públicos, pero no se oyen en conversaciones entre amigos o en casa», por lo que no existirá una implantanción real.
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En noviembre del año pasado la RAE se refirió a esto en su Libro de estilo de la Lengua Española, lanzado en cooperación con a Asale, y rechazó su uso. Su justificación fue que en casos similares la utilización del género masculino «por ser el no marcado, puede abarcar el femenino en ciertos contextos».
En octubre del 2018 fue el ex director, Darío Villanueva Prieto, quien aseguró que el uso de la «e», la «x» o el «@» era totalmente discriminatorio, afirmación que sostuvo hasta el último día de su gestión.
El lenguaje inclusivo no solo busca la igualdad de género sino también la identificación binaria, es decir de aquellos que no se encasillan como hombres o mujeres. La utilización de la «e» brinda una mayor representatividad a grupos que no se identifican en ninguno de los dos género y convierte así el uso de lenguaje en algo más justo.