ISLAMABAD.- La rupia de Pakistán cayó casi un cinco por ciento a su mínimo histórico, después de lo que pareció ser una sexta devaluación por parte del banco central en el último año, mientras el país lucha contra una aguda crisis de balanza de pagos.
La unidad se hundió a 143 rupias frente al dólar el viernes, justo un día después de que el gobierno del primer ministro Imran Khan celebrara 100 días en el cargo con una conferencia televisada que presumía sus logros. El Banco Central de Pakistán ya ha devaluado indirectamente varias veces la moneda, mientras trata de reducir un enorme déficit en la balanza de pagos.
Pero a los comerciantes les preocupa que ni Khan ni su ministro de Finanzas, Asad Umar, hayan presentado un plan integral para hacer frente a los problemas económicos del país, más de una semana después de que las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional finalizaran sin un acuerdo de rescate.
El mandatario, exjugador de cricket, lanzó una campaña de austeridad muy publicitada desde que juró, además de buscar préstamos de «países amigos» y hacer propuestas al FMI.
«El mercado estaba decepcionado al ver que no había una dirección clara del gobierno con respecto a la obtención de préstamos del FMI o las políticas tributarias por el resto de su mandato», dijo Hamad Iqbal, director de investigación de Elixir Securities.
La rupia ha perdido alrededor de un tercio de su valor desde el comienzo del año, mientras Pakistán lucha contra la inflación crónica y sus reservas de divisas se ven cada vez más reducidas, habiendo bajado cerca de un 40 por ciento este año.
Islamabad obtuvo 6 mil millones de dólares en fondos de Arabia Saudita y llegó a un acuerdo de 12 meses de transferencias en efectivo durante la visita de Khan al reino en octubre. Además, el Ministerio de Finanzas dijo que Pakistán aún buscará un mayor apoyo del FMI para la planificación económica a largo plazo del gobierno. El país ha sido un destinatario regular de préstamos del FMI desde la década de 1980.
Islamabad ha recibido miles de millones de dólares en préstamos chinos para financiar ambiciosos proyectos de infraestructura, pero Estados Unidos, uno de los mayores donantes del FMI, ha suscitado temores de que Pakistán pueda usar cualquier dinero de rescate para pagar sus deudas con China.
Las previsiones del FMI y del Banco Mundial sugieren que es probable que la economía pakistaní crezca entre un 4 y un 4,5 por ciento para el año fiscal que finaliza en junio de 2019, en comparación con el crecimiento del 5,8 por ciento del último año.