WASHINGTON.- Al anunciar que miles de soldados serán retirados de Afganistán e Iraq, el presidente Donald Trump contentó a la opinión publica estadounidense, pero también abrió la puerta a una creciente influencia de países adversarios, opinan los expertos.
El martes el Pentágono anunció que el contingente estadounidense en cada uno de estos dos países pasará de 5.000 a 2.500 efectivos para el 15 de enero, cinco días antes de que Trump se vaya para su mansión.
Chris Miller, secretario de defensa interino, dijo la decisión refleja la política de Trump de “conducir las guerras en Afganistán e Iraq a una conclusión exitosa y responsable, y regresar a nuestros valientes soldados a casa”.No obstante, la retirada genera preocupación.
China, Rusia, Irán, Pakistán e India tienen intereses complejos y a menudo contrapuestos en Afganistán, donde Estados Unidos, respaldó por los aliados occidentales, ha sido el poder extranjero más influyente en los últimos 20 años desde su invasión.
La OTAN, muy criticada por Trump, ha estado entrenando y asesorando a las fuerzas afganas de seguridad desde el 2004 y gradualmente fue retirando a sus soldados.
Jens Stoltenberg, secretario de la OTAN, alertó del “alto precio” que se pueda pagar “si Estados Unidos y las fuerzas aliadas se marchan de Afganistán demasiado pronto”.
En comunicado publicado antes del anuncio del Pentágono, Stoltenberg destacó que existe el riesgo de que Afganistan otra vez se convierta en una plataforma para que los terroristas internacionales organicen sus ataques.
Con Estados Unidos retirándose podrían los talibanes incrementar la violencia para derrocar al gobierno de Kabul, apoyado internacionalmente.
“Nadie va asumir el papel de Estados Unidos porque nape tiene las mismas aspiraciones y objetivos”, dijo William Wechsler, un exfuncionario de alto rango del Departamento de Defensa.
“Pero lo que sucederá es que a medida que nos retiremos, todos los demás jugadores tratarán de lograr sus mucho más limitados y más específicos objetivos, que es lo que llevó, en gran parte, a que Afganistán se convirtiera en un desastre en primer lugar”, agregó.