LONDRES.— Tras meses de estancamiento debido al retiro forzado de Boris Johnson, la nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, deberá tratar de corregir el rumbo del país, sumido en una crisis sin precedentes.
En su primer discurso ante la Cámara Baja el jueves la “llamada nueva dama de hierro” tendrá que presentar sus planes económicos. Algo de lo que no ha hablado mucho, ya que su discurso lo copó la mando dura para Rusia.
It’s time to deliver for the people of the United Kingdom 🇬🇧 pic.twitter.com/PGHJOVbTiE
— Liz Truss (@trussliz) September 7, 2022
Truss no muestra las cartas. En la campaña interna de los tories, siguió sosteniendo que no quería repartir “regalos”, sino que apuesta a la reducción de impuestos. Pero “hay señales claras de que las rebajas impositivas anunciadas por Truss no se podrán financiar”, escribe el economista David Hennig, del Centro Europeo de Política Económica.
Anthony Froggat, del think tank Chatham House, pronostica un “bautismo de fuego”: “La forma en que la primera ministra maneje la crisis de los precios de la energía tendrá un impacto directo en la vida de los ciudadanos británicos y en la supervivencia de muchas empresas, y determinará también la impresión de cuán competente es el nuevo gobierno”.
Hasta el momento, Truss solo anunció que quiere combatir la crisis de oferta energética a través de cientos de nuevas concesiones para la extracción de gas y petróleo en el Mar del Norte.
Los medios británicos especulan con que se estaría elaborando un inmenso paquete de ayuda para contener las peores consecuencias de la múltiple crisis, por ejemplo, congelando temporalmente los precios de las tarifas de servicios.
Los retos a los que se enfrenta Liz Truss
Costos de energía en aumento
El 1 de octubre, los precios de la energía para los hogares casi se duplicarán, y a principio de 2023, aumentarían nuevamente, pudiendo llegar a triplicarse. Si bien Reino Unido compra muy poco gas ruso, adquiere energía del mercado internacional, y por eso se ve afectado actualmente por el incremento de los precios, como el resto de Europa.
La inflación sin techo
En este momento, la inflación es de cerca del 10%, pero con el aumento de los servicios energéticos podría llegar al 18%, según el Banco de Inglaterra. Para los ciudadanos de bajos ingresos, eso podría significar “comer o prender la calefacción” en este invierno. Si Liz Truss no presenta un gran paquete de ayudas, muchos hogares no podrían hacer ninguna de las dos cosas.
Sistema de salud en declive
6,7 millones de británicos están en lista de espera para un tratamiento en un hospital. Las ambulancias pueden tardar hasta 15 horas en llegar, por falta de recursos. Hay 50.000 puestos de enfermeras y médicos que no se pueden cubrir, y los británicos apenas tienen acceso a un médico en un consultorio. Todo el sistema está el borde del colapso. Se tendrían que invertir millones para mantenerlo en funcionamiento. Lo mismo se aplica a los centros de atención de ancianos.
Cambio climático
Inglaterra solo cubre un 6% de su propia demanda energética con las renovables. Al mismo tiempo, sus viviendas son las más antiguas y peor aisladas de Europa. Con un buen aislamiento y ventanas de vidrios dobles se lograría ahorrar un tercio de la energía usada en todo el país. Este verano hicieron estragos la sequía, temperaturas de hasta 40ºC, y una infraestructura obsoleta, con el agua de ríos contaminada por desechos.
Deterioro de centros escolares
Las escuelas sufren por la escasez de maestros y no cuentan con suficiente financiación. Muchos edificios están listos para ser demolidos. Pero ese tema apenas aparece en la agenda de Liz Truss.
Ola de protestas
Se esperan numerosas huelgas de empleados públicos y de una parte del personal ferroviario. En las grandes ciudades se está preparando a la Policía para posibles disturbios por protestas sociales.