FINANZAS.- El mercado inmobiliario ha sido históricamente uno de los pilares más sólidos para resguardar capital e invertir.
Sin embargo, su baja liquidez y las altas barreras de entrada lo mantuvieron reservado a grandes inversores.
Hoy, esa realidad está cambiando gracias a la tokenización de activos inmobiliarios, una tendencia que se consolida como uno de los motores de transformación más potentes del ecosistema financiero global.
La propuesta es tan simple como disruptiva: representar digitalmente una propiedad en la blockchain y fraccionar su valor en tokens accesibles desde montos mínimos.
Así, un edificio de oficinas, un desarrollo residencial o un terreno estratégico puede abrirse a cientos o miles de inversores de todo el mundo, quienes adquieren una participación proporcional del activo.
Un mercado global en expansión
En Estados Unidos, Europa y Asia, ya existen fondos y plataformas que canalizan miles de millones de dólares a través de operaciones inmobiliarias tokenizadas. La promesa de liquidez inmediata, transparencia y acceso democratizado impulsa la adopción de este modelo.
“El real estate es el vertical que más rápido avanza en la tokenización porque combina seguridad patrimonial con acceso a nuevos mercados de capital. Un desarrollador ya no depende únicamente de bancos o grandes fondos institucionales; puede financiarse directamente con una comunidad global de inversores”, explica Marcelo Erlitz, COO de Spain41.
Latinoamérica, con sus ciudades en expansión, déficit habitacional y atractivo para el turismo y la inversión extranjera, se perfila como un terreno fértil para este tipo de soluciones innovadoras.
Democratización y liquidez: la clave del cambio
La tokenización no solo permite que pequeños inversores ingresen al mercado inmobiliario, sino que también resuelve un problema histórico: la falta de liquidez. En el modelo tradicional, vender una propiedad puede tomar meses o incluso años. Con los tokens inmobiliarios, los inversores pueden comercializar sus participaciones en mercados secundarios digitales, accediendo a liquidez inmediata y flexible.
Para Marcelo Finkelberg, CEO de Spain41, se trata de un cambio de paradigma:
“El real estate siempre fue visto como un activo seguro, pero difícil de mover. Con la tokenización logramos darle liquidez y abrirlo a la participación masiva. Esto genera un círculo virtuoso: más inversores, más proyectos financiados y un ecosistema que crece de manera sostenida”, agregó.
La tokenización del real estate no es solo una innovación tecnológica: es la puerta de entrada a un mercado inmobiliario global, líquido y democratizado, que podría redefinir la forma de invertir en Latinoamérica.

