ADÍS ABEBA.- La tripulación del avión de Ethiopian Airlines que se estrelló el mes pasado siguió los procedimientos recomendados por Boeing, pero no pudo recuperar el control del avión, declaró la ministra de Transporte de Etiopía.
Dagmawit Moges hizo el anuncio en una conferencia de prensa el jueves, cuando dio a conocer los resultados de la investigación preliminar sobre el accidente, que mató a las 157 personas que se encontraban en la aeronave.
«La tripulación realizó todos los procedimientos proporcionados repetidamente por el fabricante, pero no pudo controlar la aeronave», informó Dagmawit, citando datos de los grabadores del Boeing 737 MAX 8.
Ella dijo que el informe recomienda que «el sistema de control de vuelo de la aeronave sea revisado por el fabricante». «Las autoridades de aviación verificarán que la revisión del sistema de control de vuelo de la aeronave haya sido adecuadamente abordada por el fabricante antes de la liberación de la aeronave para operaciones», sostuvo.
Dagmawit no hizo referencia específica al sistema antibloqueo automático que se ha implicado en el accidente, pero sí mencionó un movimiento «repetitivo de la nariz hacia abajo» de la aeronave. El Sistema de Aumento de las Características de Maniobra (MCAS) está diseñado para bajar automáticamente la nariz de la aeronave si detecta un bloqueo o pérdida de velocidad del aire.
David Learmount, editor consultor de Flight Global, comentó a los medios que no estaba claro qué provocó la caída de la nariz, pero dijo que «la tripulación reaccionó de manera bastante correcta al realizar un simulacro que había sido prescrito si esto ocurría y aisló el sistema que estaba tratando de empujar la nariz hacia abajo». Hablando desde Londres, agregó: «Pero después de haber hecho eso, encontraron que uno de los sistemas de control que tienen para volver a subir la nariz simplemente no funcionaba».
El avión se estrelló el 10 de marzo, poco después del despegue de la capital de Etiopía, Adis Abeba. Fue el segundo accidente de un 737 MAX 8 en cinco meses, luego de un incidente de Lion Air en Indonesia, en octubre del año pasado.
Tras la última caída, los jets Max se han conectado a tierra en todo el mundo en espera de una solución de software que Boeing está implementando, que aún no ha recibido la aprobación de la Administración Federal de Aviación (FAA) y otros reguladores.
Dagmawit no dio detalles de lo que sucedió en la cabina durante los fatídicos minutos finales del vuelo, pero dijo que el despegue «parecía muy normal» y que toda la tripulación tenía las calificaciones necesarias para operar el avión.
El jefe de la oficina de investigación de accidentes, Amdiye Ayalew, informó que la investigación completa demoraría entre seis meses y un año, pero que no había signos de «daños por objetos extraños» en la aeronave.
Tewolde GebreMariam, el jefe de Ethiopian Airlines, sostuvo que estaba «muy orgulloso» de los esfuerzos de los pilotos para tratar de evitar que su avión se estrellara.
La FAA agregó en una declaración que continúa trabajando para lograr una comprensión completa de lo que sucedió y que tomará las medidas apropiadas a medida que los hallazgos estén disponibles.