BRUSELAS.— La Unión Europea pretende llegar a un principio de acuerdo el lunes para seguir adelante con una misión fronteriza de la UE en Ráfah, ciudad del sur de la Franja de Gaza colindante con Egipto, dijo el jefe de política exterior del bloque, Josep Borrell.
El bloque está considerando reactivar su Misión de Asistencia Fronteriza de la Unión Europea (EUBAM, por sus siglas en inglés) en Ráfah, que no funciona desde 2007, cuando el grupo miliciano islamista palestino Hamás se hizo con el control total de Gaza.
El paso de Ráfah es el principal punto de entrada de la ayuda procedente de Egipto, y está cerrado desde que las fuerzas israelíes tomaron su control desde el lado gazatí hace casi tres semanas.
«Hoy podemos tener una decisión política y luego hay que aplicarla técnicamente», dijo Borrell a los periodistas, y añadió que no podría ponerse en marcha sin la aprobación de Israel, Egipto y los palestinos. La misión civil necesitaría la aprobación unánime de los 27 Estados miembros de la UE.
No estaba claro cuál sería el papel de la nueva EUBAM, que tendría que adaptarse a la naturaleza potencialmente peligrosa de la operación. El ministro austriaco de Asuntos Exteriores, Alexander Schallenberg, dijo que se tardaría algún tiempo en tomar una decisión sobre la misión. Los diplomáticos han dicho que es poco probable que la misión esté en marcha antes de que cesen las hostilidades en Ráfah.
Israel sigue adelante con sus acciones militares en el sur de Gaza a pesar de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) que insta al país a detenerlas inmediatamente, dijo Borrell. Israel todavía tiene que consolidar un plan para el «día después» en Gaza, por lo que no hay una posición formal sobre esta iniciativa«, dijo un alto cargo israelí, hablando con Reuters bajo condición de anonimato dada la sensibilidad de la planificación de la guerra.
«Pero vale la pena recordar que el ministro de Defensa (israelí), en su propuesta del 4 de enero, esbozó una fuerza multinacional que sería una de las cuatro vertientes para gestionar Gaza una vez que Hamás sea derrotado. Una misión de la UE en Ráfah podría encajar con ello», añadió el alto cargo.
Golpe a Netanyahu
Dos tribunales internacionales, ambos en La Haya, han adoptado en las últimas semanas decisiones a las que Israel se opone. El fiscal de la CPI dijo que solicitaba la detención de Netanyahu y del ministro de Defensa israelí, junto con dirigentes de Hamás, por presuntos crímenes de guerra, mientras que la Corte Internacional de Justicia (CIJ), que conoce de litigios entre Estados, ordenó a Israel que detuviera su ofensiva sobre Ráfah. Israel ha denunciado a la CPI como un tribunal deshonesto y ha pedido a sus aliados que lo rechacen. También afirma que no es necesario detener su asalto a Ráfah de acuerdo con la sentencia de la CIJ, porque no supone una amenaza ilegítima para la población civil. Los ataques aéreos israelíes mataron al menos a 35 palestinos e hirieron a decenas en la zona de Ráfah el lunes y Borrell acusó a Israel de seguir adelante con la acción militar en el sur de Gaza a pesar del fallo de la CIJ.
Borrell arremetió contra Netanyahu por calificar de «nuevo antisemitismo» la decisión del fiscal jefe de la CPI, Karim Khan, de solicitar órdenes de detención contra él y su ministro de Defensa. Borrell calificó el comentario de intimidación, afirmando que las acusaciones de antisemitismo se producían cada vez que alguien «hace algo que al Gobierno de Netanyahu no le gusta». «Su postura sobre el antisemitismo contra el fiscal de la CPI es totalmente inaceptable», afirmó. El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, dijo que pediría a otros Estados miembros de la UE que dieran su respaldo oficial a la CIJ y tomaran medidas para garantizar que Israel respeta sus decisiones.