EUROPA.- La Unión Europea cuestionó el acuerdo del siglo para Medio Oriente promovido por Estados Unidos y anunciado por Donald Trump, presidente estadounidense, y Benjamín Netanyahu premier israelí, el pasado 28 de enero.
La iniciativa, que espera solucionar el conflicto palestino-israelí, prevé el reconocimiento muto de los Estados de Israel y Palestina con una capital “indivisible” de Israel en Jerusalén, mientras que Palestina tendrá su capital no en todo Jerusalén del Este, como aspira, sino “en la sección de Jerusalén Oriental localizada en áreas al este y al norte de la actual barrera de seguridad, incluyendo Kafr Aqab, la parte oriental de Shuafat y Abu Dis, y que podría llamarse Al Quds u otro nombre determinado por el Estado de Palestina”.
Sin embargo, la iniciativa exige que antes de ser reconocida como un Estado, Palestina implemente una serie de reformas políticas, sociales y económicas.
Palestina, y varios países de la Liga Árabe, ya expresaron su rechazo al proyecto estadounidense que, según el líder palestino Abás, acabara en “el basurero de la historia”.
Las autoridades palestinas rechazaron la propuesta de Trump alegando que el acuerdo debe estudiarse no solo por Washington como árbitro del conflicto, sino por “cuarteto de Oriente Medio (Rusia, EEUU, la UE y la ONU).