MANAGUA.- La violencia se mantuvo durante toda la semana en varias ciudades de Nicaragua antes de la reanudación del diálogo nacional con el que se busca finalizar la crisis sociopolítica que inició el 18 de abril y que dejó más de 160 muertos aproximadamente, dependiendo de la fuente que se consulte.
Entre los decesos que se registraron esta semana, se encuentra el de un adolescente de 15 años que perdió la vida al recibir un disparo fulminante en el pecho, en la ciudad de León.
El día jueves comenzó con un para nacional de 24 horas, que fue convocado por la Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, que agrupa empresarios, sociedad civil, estudiantes y campesinos para exigir el fin de la represión del Gobierno y la renuncia de Daniel Ortega a la presidencia.
Según fuentes cercanas al Gobierno, Ortega no participará de la reunión de diálogo programada para hoy. La Conferencia Episcopal de Nicaragua actúa como mediador, había suspendido los acercamientos con el Ejecutivo ante la negativa de Ortega a tratar el principal tema, la democratización del país.
La Asamblea Nacional (Parlamento), controlada por el oficialismo, pidió a los obispos desempeñar con beligerancia el papel que juegan como mediadores para lograr encontrar “puntos comunes” entre todos los sectores y que se depongan actitudes y se “cedan posiciones” para poder restablecer la paz.